Capitulo 30

La hora del recreo llega y decido llamar a Liam, para que me diga algo más sobre Jev, no creo que él me dé demasiada información acerca de sus gustos o su vida.

El teléfono suena y tras dos pitidos mi hermano descuelga.

-. Buenos días bello durmiente - digo con una sonrisa.

-. No tiene gracia hermanita, para un día que en la universidad nos dejan quedarnos en casa, tu, me despiertas.

-. Te aguantas, además ya son las 11.

-. ¿Y que con eso?

-. Pues... ¡Que te levantes y brilles pequeña mariposa! - digo gritando, y siento toda las miradas sobre mí, he dicho eso demasiado alto, escucho a Liam reír y yo me uno a él.

-. Bueno dime, ¿Para qué me has despertado? Porque como me digas que era para decirme eso, juro que te matare cuando llegues a casa.

-. Quiero que me des información sobre la apuesta.

-. ¿Qué información?

-. Pues, su nombre por ejemplo, o su edad o sus gustos.

-. Lydia, no le conozco.

-. Vamos Liam, estruja ese cerebrito tuyo y dime algo de utilidad, él no va a decirme nada.

-. Lo único que se es, que se llama Jayson y tiene 1 año menos creo. Y aparte de lo de que se pasa la vida en su mundo, nada más.

-. ¿Y así pretendes que me haga su amiga?

-. El concepto de 'Hacerse su amiga' se trata de que le conozcas y le entiendas, no de que yo te diga todo sobre él.

-. Dudo que le pueda conocer, no es muy, abierto.

-. Eso es lo mejor que vas a tener que esforzarte - dice y puedo sentir a través del teléfono como sonríe, como si se riese de mi - Ah ah ¡Ay! - escucho un fuerte golpe y frunzo el ceño.

-. Liam ¿Que ha pasado?

-. Se me han caído dos ollas encima - comienzo a reír y el murmura algunas cosas a las que no presto atención.

-. El karma hermanito, el karma.

-. Odioso karma, bueno será mejor que te deje, tienes que trabajar en mi favor.

-. Me vas a deber una muy grande después de esta, que lo sepas.

-. Lo sé, desgraciadamente lo sé. -dice antes de colgar.

Me apoyo en la pared y escaneo con la mirada la cafetería, siempre tan llena, y siempre con ese continuo griterío. Sonrío al ver sus ojos azules mirándome, aparta la mirada  y remueve la comida de su plato.

Camino hacia él y me siento en la silla que está enfrente suya.

-. ¿Y ahora qué? - dice mirándome.

-. Me debes una comida ¿Recuerdas?

-. Soy un bocazas - murmura, sonrío y cojo su batido de vainilla, me mira y vuelvo a dejar el batido donde estaba - ¿No te molesta que toda la cafetería te mire?

-. Si - digo encogiéndome de hombros - ¿Que apuestas a que adivino tu nombre? - me mira perspicaz y sonríe pasando la lengua por sus dientes.

-. No lo adivinarías jamás, nadie en este instituto lo sabe.

-. ¿Apostamos? -el levanta una ceja y de nuevo sonríe.

-. Bien, si no lo adivinas, me dirás porque tanto interés en hablar conmigo y me dejaras en paz.

-. Y si yo gana, jugaremos al juego de 10 preguntas - me mira frunciendo el ceño y asiente.

-. Adelante - dice inclinándose en la mesa y apoyando su cara en sus manos.

-. Jayson - su boca se entreabre y sus pupilas se dilatan mirándome - Bueno, empecemos con el juego yo una pregunta y después tu otra ¿Vale?

-. ¿Cómo lo has sabido? - dice mirándome con el ceño fruncido.

-. ¿Esa es tu primera pregunta? - el niega y se reclina hacia atrás en su silla - Empiezo yo ¿Puedo tomarme tu batido? - el asiente y me lo pasa.

-. ¿Por qué te has acercado a mí?

-. Un pequeño favor a mi hermano - digo encogiéndome en hombros - ¿Por qué no te juntas con nadie en el instituto?

-. Ya te lo he dicho, son todos unos imbéciles - intento abrir el batido golpeándolo pero solo consigo que mi cara y blusa se manchen, Jev me mira y pone sus ojos en blanco sonriendo.

-. ¿Por qué no tienes novia? - digo limpiando mi cara con las manga, me quito mi jersey bajo la mirada de Jev, y en completo silencio el desabrocha su chaqueta ofreciéndomela, le sonrío y me la pongo, mira más allá de él y veo un par de chica mirar hacia aquí y murmurar, incluso algunos chicos también lo hacen.

-. ¿Cómo sabes si tengo o no novia?

-. Lo sé, y te lo cuento como pregunta - sonrío y el levanta una ceja - Deja de hacer eso, yo no puedo - me mira y se ríe.

-. No tengo novia porque ninguna de la niñatas de aquí me interesan lo mas mínimo, sin hacerlas caso no me dejan en paz, haciéndoles, pobre de mí.

-. ¿Eso quiere decir que tienes candidatas?

-. Ajá - dice llevándose a la boca una patata frita.

-. ¿Tu estas seguro de que no eres gay? - tose atragantándose con su comida me rio y el me dedica una mirada asesina - No he dicho nada - digo levantando ambas manos.

-. ¿Porque estas tan interesada en si tengo o no novia? - dice levantando ambas cejas.

-. Se lo que insinúas, y no me gustas  - me mira ofendido y yo sonrío.

-. ¿Por qué no? - me encojo de hombros y él sonríe.

-. No digo que no seas guapo, tus ojos son preciosos y me encanta tu pelo, pero no sé, eres demasiado arrogante, por si no lo sabias, la modestia, es algo atractivo.

-. Para la gente fea, no para la gente guapa - me sonríe y yo pongo los ojos en blanco - quieras o no, este mundo es de la gente arrogante.

-. ¿Sabes que creo? Que solo intentas refugiar tu verdadero tu bajo una fachada, y más te vale darte cuenta rápido de que eso es una estupidez, si no, te verás solo.

El timbre suena y me levanto de la silla, y al llegar a mi clase me doy cuenta de que tengo su chaqueta, y él ha debido coger mi blusa.

Le busco con la mirada en la salida pero no hay rastro de él, suspiro y me encojo de hombros comenzando a caminar hasta mi casa.

Camino por el bordillo de la carretera aburrida, odio lo de ir sola a todas partes.

Una moto para a mi lado y miro al que la conduce, me acerco y con una sonrisa y beso su mejilla.

-. ¿Damos una vuelta?

-. No tienes que decírmelo dos veces - digo alborotando su pelo rizado, cojo el casco que me ofrece y me lo pongo, me ayuda a subir a la moto, y con un rugido la moto arranca. Pego mi cuerpo más al de Harry, apoyo mi cabeza en su hombro y soplo levemente por detrás de su oreja. La piel del cuello se le eriza y no puedo evitar sonreír.

-. Lydia - dice riendo, me uno a él y dejo de soplar, cierro mis ojos siento el aire en mi cara, algo que me relaja - bonitas piernas - dice con una sonrisa, golpeo su espalda y me alejo un poco de él.

-. Mira la carretera imbécil - digo con una sonrisa, ríe levemente y acelera, me agarro a su torso con más fuerza y entrelazo mis manos allí.

-. ¿Qué tal el día?

-. Como siempre ¿Y tú?

-. Zayn ha vuelto a juntarse con nosotros.

Me tenso al escuchar su nombre, se me ha olvidado contarle que he hablado con él. La moto frena en un semáforo y el me mira, frunce el ceño y acaricia mi rodilla levemente.

-. ¿Qué pasa?

-. Hable con Zayn.

-. Lo sé, Louis me lo ha contado, te hicieron una buena encerrona - dice sonriendo, cuando de nuevo frunce el ceño - Bonita...chaqueta.

Miro abajo encontrándome con la chaqueta color turquesa de Jev.

-. No es mía -digo agarrándome de nuevo a él cuándo el semáforo se pone en verde.

-. Se nota, no huele como tú.

-. ¿Ahora te has convertido en un pastor alemán? - digo divertida, el niega con la cabeza y yo soplo de nuevo en su oreja - Me la dejaron, se me callo el batido en mi blusa.

-. No tienes que darme explicaciones Lydia, no soy tu novio - dice encogiéndose de hombros, algo que últimamente hace mucho.

-. No te doy explicaciones, te informo y recuerdo lo patosa que sigo siendo - veo una sonrisa asomar por su cara y me relajo apoyando mi frente en su espalda - ¿Dónde vamos?

-. A mi casa, mi madre te echa de menos.

-. Yo también la echo de menos, echo de menos Holmes Chapel, esta estúpida ciudad es muy aburrida.

-. Algo harás.

-. Si, decirle a mi padre que voy a la biblioteca cuando en realidad me voy contigo - digo sonriendo.

-. Si tu padre supiese que desperdicias tu valioso tiempo con el niñato de Harry Styles, te encerraría.

-. Y a ti te mataría - digo riendo.

-. No entiendo porque no le gusta, si soy perfecto - suelto una carcajada y él sonríe.

-. ¿Por qué últimamente solo me rodeo de egocéntricos? - digo sin saber para quien está dirigida esa pregunta, quito mis manos del torso de Harry y me agarro en el asiento reclinándome levemente hacia atrás -  ¿Que vamos a hacer por tu cumpleaños?

-. Nada.

-. Podríamos ir con los chicos a la discoteca del novio de Emma.

-. Lydia no quiero nada, en serio.

-. Te aguantas.

-. Me conformo con que vengas tú, con eso es suficiente.

-. Vale, si es lo que quieres - digo quitándole importancia.

«Deja de maquinar cosas, te ha dicho que no quiere nada, a si que, nada de fiestas sorpresas.» Ya estabas tardando tú en aparecer

«Sabes que sin mi, tu estarías perdida, no tienes sentido común » Lo que tú digas.

Dejo que esa voz de mi cabeza desaparezca, y pienso durante lo que queda de camino en lo que podría hacer. Sin duda, algo grande.

-. Lydia, hace años que no te veíamos por aquí - dice Anne abrazándome tan maternal como siempre ha sido conmigo, sonrío y correspondo su abrazo.

-. Mama, eres una exagerada - dice Harry entrando por la puerta, su madre se separa de mí y besa la mejilla de su hijo, murmura algo en su oreja y el asiente mientras sus mejillas comienzan a ruborizarse, me mira y sonríe - Ahora vengo - se aleja de su madre y sube las escaleras de dos en dos.

-. ¿Qué tal tu padre cariño? - dice Anne haciéndome pasar al salón.

-. Igual de amargado - digo sonriendo ella se ríe y niega con la cabeza.

-. ¿Ha habido alguna noticia de tu madre? - niego con la cabeza y ella frunce el ceño, me encojo de hombros y sonrío.

-. En algún momento volverá, cuando se le acabe el dinero y el estúpido de su novio la deje, por ejemplo.

-. Todos cometemos errores Lydia.

-. Tu nunca le harías eso a Harry - baja la mirada y acaricia mis manos - Esta bien Anne, tampoco noto demasiado que se haya ido, antes cruzábamos apenas unas palabras. Creo que me lo tome como algo personal.

-. Estabas en tu derecho - dice Harry apareciendo en el salón.

Anne se levanta y nos sonríe yéndose y dejándonos solos, Harry se sienta a mi lado y suspira echando la cabeza hacia atrás.

Le imito y cerrando mis ojos y relajando su cuello.

-. Voy a mudarme - dice en un murmuro. Abro los ojos y le miro -  Me voy a Doncaster, con Louis.

-. Vaya - digo soltando un suspiro - ¿Que ha dicho tu madre?

-. Que quiere verme mínimo dos veces al mes - sonrío y cierro mis ojos.

-. ¿Por qué te mudas? - digo de una vez mirándole, se encoge de hombros y suspira.

-. No lo sé, voy a cumplir 19, es hora de que me vaya - le miro, y él se levanta caminando por el salón - No me malinterpretes, esto esta genial - dice mirando las fotos y libros de la estantería de sus padres, se gira hacia mí y una de sus comisuras se levanta - pero quiero ser más...

-.Independiente. - digo yo por él, asiente y sigue caminando por el salón, se para frente al pequeño piano y se sienta en el taburete que hay junto a el - ¿Cuándo te vas?

-. No lo sé - dice tocando una de las teclas del piano.

Bajo de la moto de Harry y me quedo parada junto a él. Cruzamos 3 palabras antes de darme la vuelta e ir a casa. Pero me giro de nuevo hacia él.

-. Podríamos ir al cine todos juntos, como hacíamos antes, ya sabes, creo qu...-sus labios se posan sobre los míos interrumpiéndome, Harry se separa de mí y se pone su casco.

-. Buenas noches Lydia.

-. Buenas noches - digo dándome la vuelta y andando a un paso rápido hacia mi casa. Mi mano va hacia mis labios y los rozo levemente, ¿Que ha sido eso? Me giro de nuevo mirándole y él me sonríe y arranca la moto, que ruge levemente.

-. ¿Sabes? Llevo queriendo hacer eso desde hace mucho.

Y se va.

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